Si ustedes son tan viajeros como nosotros, sabrán de qué les hablo cuando vamos por allí ilusionados por conocer nuevos destinos, pero muchas de las veces terminamos famélicos por las pocas opciones veganas que hay por allí. Y no tenemos más remedio -al menos yo- que ir sobreviviendo a base de ensaladas y carbohidratos, pero el aporte proteínico diezma considerablemente al no encontrar unas buenas legumbres cocinadas sin carne, por poner un ejemplo.
Aunque también huelga decir, que afortunadamente cada día se van sumando más restaurantes y alojamientos con propuestas aptas para veganos en sus menús y, tengo que decir, que cuando me encuentro sitios así, mi sonrisa se dibuja de oreja a oreja agradecida.
Pero también es cierto que aún queda un buen trecho para que esto se extienda todavía más. Así que, mientras tanto, qué podemos hacer para no pasar hambre y dar pena por allí por donde vamos (risas).
Lo primero, tenemos que ser conscientes que nuestra alimentación a veces supone el reto de preparar el viaje con una buena organización de antelación. Así como lo hacemos para señalar los sitios que queremos ver y visitar, lo mismo deberá extenderse a las opciones que tendremos para comer.
¿Cómo?
1. HACER UN MAPA Y SEÑALAR LAS OPCIONES VEGANAS QUE TIENES.
Yo por ejemplo, me ayudo de un mapa señalando con colores mis “highlights” y buscando opciones de restaurantes veganos cerca de los sitios que visitaré y si no las hay, busco restaurantes con una carta convencional, pero que tenga el añadido de opciones veganas.
No siempre es fácil encontrar algo, pero al menos a mí, me funciona. Hasta hace poco lo hacía tradicionalmente buscando en Google tal cual: “restaurantes veganos en…” (y lo sigo haciendo cuando se me resiste encontrar alguno jeje), pero recientemente me he podido ayudar con una app para móvil -que seguramente ustedes ya conocen porque son más listos que yo- que se llama HappyCow. Con ella puedes buscar sitios “vegan friendly” por el mundo. La información se alimenta de la comunidad vegana que va añadiendo lugares al mapamundi. Y así te ahorra algo de tiempo, además de que encontrarás opiniones de los propios usuarios sobre el sitio en cuestión. Genial, ¿no?.
Por experiencia propia, en la grandes ciudades cada vez se encuentran más opciones e incluso hay algunas que me han sorprendido más que gratamente por la gran cantidad de lugares veganos que se pueden encontrar. Por hablar de un par que me han dejado boquiabierta, Liubliana y Sevilla, pero en éste apartado habría que profundizar aún más, porque hay muchas por mencionar y amerita una mención bien completita. Y, ¿si no encuentro restaurantes que sean estrictamente veganos? Lo primero, nunca desmoralizarse, porque también habría que hablar de algunas gastronomías por el mundo que tienen muy buenos platos tradicionales y que son perfectamente aptos para veganos y que por ende se pueden consumir en cualquier restaurante. Como es el caso de Grecia y sus famosos “Giant Beans”, por poner un ejemplo.
2. SIEMPRE IR PREPARADO CON SNACKS POR SI LAS MOSCAS
Esto lo tienes que convertir en hábito. Si eres como yo, que además de una alimentación basada en plantas en su mayoría, has optado por reducir o eliminar el consumo de gluten por cuestiones de salud o decisión propia, pues las opciones se van reduciendo aún más. Y si tampoco eres muy amante de las opciones veganas que existen para “snackear”, como alimentos sumamente procesados, porque tu filosofía se basa en una alimentación consciente y lo más sana posible, pues ya vamos haciendo aún así más pequeñita la lista. Pero, ¡qué no cunda el pánico! Aún con todas éstas limitantes podemos salir airosos si ponemos un poquito de empeño a la labor.
¿Qué puedes hacer?
Lo mismo, antelación y organización es la clave. En mi caso, cuando sé que haré un viaje y durante el mismo mi gasto calórico será mayor por todo lo que suelo andar durante (a veces más de 20,000 kms diarios andando), sé que sí o sí tendré hambre entre comidas o incluso en el mismo avión. Así que me preparo unos snacks saludables como por ejemplo, unas buenas barritas energéticas caseras, que se preparan en 15 minutos (les dejaré alguna receta en el apartado de recetas) y qué sé perfectamente los ingredientes que llevan y sin aditivos de esos que yo llamo malignos jeje.
Si con todo esto, confiesas que no eres un cocinillas, pues que nunca, nunca falten en tu bolso una buena dotación de frutos secos que aportan grasas de las buenas, proteínas y un “boost” de energía.
Esto ayuda también en el caso de que tu viaje se extienda más allá de las grandes ciudades, porque en poblaciones más pequeñas se reducen las posibilidades de encontrar algo vegano que no sean meras ensaladas y entonces sí que pasaremos hambre (lo digo con lágrimas en los ojos jajaja). ¡Es broma! Pero la verdad es que sí que lo ha pasado mal alguna vez por sentir hambre y no haber estado preparada para éstas situaciones. Así que por ello escuchen mi consejo, amigos.
3. Y POR ÚLTIMO, SI NO HAS PREPARADO NADA DE LO ANTERIOR PARA TU VIAJE, ENCOMIÉNDATE A LA BUENA FE DE LA GENTE JEJE.
Jejeje se reirán de mí, pero esto también es súper útil. Si no te has preparado nada y vas de feliz creyendo que encontrarás algo y ¡oh, sorpresa!, a priori en la carta no hay nada que puedas comer…. La barriga comienza a quejarse y a recordarte lo poco previsor que has sido, pues no queda más que apelar a la buena voluntad de la gente. Porque sí amigos, todavía hay buenos samaritanos que se apiadan de otros. Basta con preguntar educadamente si tendrían alguna opción vegana que ofrecerte -algunas veces deberás ser más claro y decir que no comes carne, ni lácteos-. Porque a mí me ha pasado que han añadido queso y otros ingredientes que veganos no eran seguro jeje. Pero no podemos ir por allí creyendo que todo el mundo debe saberlo. Así que mejor explica claramente lo que buscas y normalmente irán raudos a preguntar a cocina y volverán ofreciéndote algunas opciones. No siempre las más adecuadas para paliar todas las necesidades nutrimentales, pero al menos calmarás el rugido de las tripillas y, otras veces, sí que te sorprenderán de lo bien que han sabido entenderte y esmerarse.
Pues aquí mis tres consejos para no pasar hambre, mis queridos viajeros.
¿Qué opináis?, ¿Les ha pasado alguna vez?, ¿Qué habéis hecho?
Si quieres deja un comentario y comparte tu experiencia para ayudar a otros amigos veganos por el mundo.